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Intercambio de parejas en locales curiosidad

Última respuesta: 22 de mayo de 2014 a las 9:55
H
haimei_8000347
14/2/06 a las 13:13

alguien ha estado con su pareja en algun local de estos en españa?
como son?
cual esta decente?
que te encuentras dentro?
tengo curiosidad porque nos estamos planteando ir
nos da mucho morbo pero tambien nos crea dudas
ayudaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

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La respuesta más útil

H
haimei_8000347
15/2/06 a las 13:02
En respuesta a an0N_959627699z

Yo tuve alguna experiencia
Fué hace ocho años, con el que entonces era mi marido. Él era muy partidario de los juegos eróticos, el intercambio de parejas y el sexo en grupo. Durante un tiempo me negué a todo eso, y él se aguantó (supongo, no me consta que me engañara). Pero cuando las cosas nos empezaron a ir medio mal, la rutina parecía ser una de las causas, y me dejé convencer. Fuimos solo tres o cuatro veces, siempre al mismo local, un sitio a las afueras de Barcelona. Estaba muy bien montado, un chalet de dos pisos, pequeño pero acogedor. Según entrabas había una pequeña recepción, una barra de bar (Los únicos sitios donde podías estar vestido), y el resto de planta baja eran todo vestuarios y duchas. Te daban una taquilla con su llave, como en el gimnasio. El piso de arriba era una inmensa sala (tres o cuatro dormitorios "juntados" tirando tabiques), con una enorme cama central a base de media docena o más de colchones de matrimonio reunidos, y taburetes alrededor.

El funcionamiento era sencillo: LLegabas, pagabas la "entrada", te desnudabas en el vestuario, te duchabas (No era obligatorio pero te lo recomendaban), pedías algo en la barra, subías ya desnuda al piso de arriba, te sentabas en un taburete con la consumición, mirabas el panorama, y si algo o alguien de los que estaba en la cama central practicando sexo te gustaba, pues te ibas hacia él o ellos, y les ponías suavemente una mano encima para indicar que querías participar. Si te retiraban la mano, igual de suavemente, era una negativa, y te volvías al taburete. Si no, pues al lío. No estaba permitido entrar a nadie sentado en los taburetes, solo a los que ya estaban en la cama. Obvio que tampoco estaba permitido seguir pidiendo guerra si te retiraban la mano. Había un servicio de seguridad por si alguien se ponía farruco, pero nunca ví ningún incidente. En la recepción cribaban mucho, no dejaban pasar a nadie borracho o pasado de vueltas, aparte que al local solo se entraba la primera vez con invitación.

La mayoría de los clientes eran matrimonios en busca de nuevas experiencias, como nosotros. Había de todas las edades, pero lo que más abundaba eran los treintañeros. La verdad es que no había mucho trato, no era un sitio para conversar, como te puedes imaginar, la gente iba a lo que iba... Pero la gente en general era maja, al menos en lo poco que les traté.

No sé decirte qué sitios decentes hay ahora mismo, este que te digo sé que está cerrado, y no he vuelto a ningún otro. En fin, espero haberte ayudado.

La duda me corroe
gracias miniqueta por tu descripción, bueno ya me hago idea.
yo estoy como tu,al principio cuando me lo sugirió mi pareja me negué pero después de plantearmelo pues como que me pica la curiosidad, tu crees que puede traer problemas a la pareja?
ya sé que tú cuando fuiste ya no andabas bien con tu pareja.
pero si estuvieras bien irias?

A
an0N_959627699z
15/2/06 a las 5:07

Yo tuve alguna experiencia
Fué hace ocho años, con el que entonces era mi marido. Él era muy partidario de los juegos eróticos, el intercambio de parejas y el sexo en grupo. Durante un tiempo me negué a todo eso, y él se aguantó (supongo, no me consta que me engañara). Pero cuando las cosas nos empezaron a ir medio mal, la rutina parecía ser una de las causas, y me dejé convencer. Fuimos solo tres o cuatro veces, siempre al mismo local, un sitio a las afueras de Barcelona. Estaba muy bien montado, un chalet de dos pisos, pequeño pero acogedor. Según entrabas había una pequeña recepción, una barra de bar (Los únicos sitios donde podías estar vestido), y el resto de planta baja eran todo vestuarios y duchas. Te daban una taquilla con su llave, como en el gimnasio. El piso de arriba era una inmensa sala (tres o cuatro dormitorios "juntados" tirando tabiques), con una enorme cama central a base de media docena o más de colchones de matrimonio reunidos, y taburetes alrededor.

El funcionamiento era sencillo: LLegabas, pagabas la "entrada", te desnudabas en el vestuario, te duchabas (No era obligatorio pero te lo recomendaban), pedías algo en la barra, subías ya desnuda al piso de arriba, te sentabas en un taburete con la consumición, mirabas el panorama, y si algo o alguien de los que estaba en la cama central practicando sexo te gustaba, pues te ibas hacia él o ellos, y les ponías suavemente una mano encima para indicar que querías participar. Si te retiraban la mano, igual de suavemente, era una negativa, y te volvías al taburete. Si no, pues al lío. No estaba permitido entrar a nadie sentado en los taburetes, solo a los que ya estaban en la cama. Obvio que tampoco estaba permitido seguir pidiendo guerra si te retiraban la mano. Había un servicio de seguridad por si alguien se ponía farruco, pero nunca ví ningún incidente. En la recepción cribaban mucho, no dejaban pasar a nadie borracho o pasado de vueltas, aparte que al local solo se entraba la primera vez con invitación.

La mayoría de los clientes eran matrimonios en busca de nuevas experiencias, como nosotros. Había de todas las edades, pero lo que más abundaba eran los treintañeros. La verdad es que no había mucho trato, no era un sitio para conversar, como te puedes imaginar, la gente iba a lo que iba... Pero la gente en general era maja, al menos en lo poco que les traté.

No sé decirte qué sitios decentes hay ahora mismo, este que te digo sé que está cerrado, y no he vuelto a ningún otro. En fin, espero haberte ayudado.

H
haimei_8000347
15/2/06 a las 13:02
Mejor respuesta
En respuesta a an0N_959627699z

Yo tuve alguna experiencia
Fué hace ocho años, con el que entonces era mi marido. Él era muy partidario de los juegos eróticos, el intercambio de parejas y el sexo en grupo. Durante un tiempo me negué a todo eso, y él se aguantó (supongo, no me consta que me engañara). Pero cuando las cosas nos empezaron a ir medio mal, la rutina parecía ser una de las causas, y me dejé convencer. Fuimos solo tres o cuatro veces, siempre al mismo local, un sitio a las afueras de Barcelona. Estaba muy bien montado, un chalet de dos pisos, pequeño pero acogedor. Según entrabas había una pequeña recepción, una barra de bar (Los únicos sitios donde podías estar vestido), y el resto de planta baja eran todo vestuarios y duchas. Te daban una taquilla con su llave, como en el gimnasio. El piso de arriba era una inmensa sala (tres o cuatro dormitorios "juntados" tirando tabiques), con una enorme cama central a base de media docena o más de colchones de matrimonio reunidos, y taburetes alrededor.

El funcionamiento era sencillo: LLegabas, pagabas la "entrada", te desnudabas en el vestuario, te duchabas (No era obligatorio pero te lo recomendaban), pedías algo en la barra, subías ya desnuda al piso de arriba, te sentabas en un taburete con la consumición, mirabas el panorama, y si algo o alguien de los que estaba en la cama central practicando sexo te gustaba, pues te ibas hacia él o ellos, y les ponías suavemente una mano encima para indicar que querías participar. Si te retiraban la mano, igual de suavemente, era una negativa, y te volvías al taburete. Si no, pues al lío. No estaba permitido entrar a nadie sentado en los taburetes, solo a los que ya estaban en la cama. Obvio que tampoco estaba permitido seguir pidiendo guerra si te retiraban la mano. Había un servicio de seguridad por si alguien se ponía farruco, pero nunca ví ningún incidente. En la recepción cribaban mucho, no dejaban pasar a nadie borracho o pasado de vueltas, aparte que al local solo se entraba la primera vez con invitación.

La mayoría de los clientes eran matrimonios en busca de nuevas experiencias, como nosotros. Había de todas las edades, pero lo que más abundaba eran los treintañeros. La verdad es que no había mucho trato, no era un sitio para conversar, como te puedes imaginar, la gente iba a lo que iba... Pero la gente en general era maja, al menos en lo poco que les traté.

No sé decirte qué sitios decentes hay ahora mismo, este que te digo sé que está cerrado, y no he vuelto a ningún otro. En fin, espero haberte ayudado.

La duda me corroe
gracias miniqueta por tu descripción, bueno ya me hago idea.
yo estoy como tu,al principio cuando me lo sugirió mi pareja me negué pero después de plantearmelo pues como que me pica la curiosidad, tu crees que puede traer problemas a la pareja?
ya sé que tú cuando fuiste ya no andabas bien con tu pareja.
pero si estuvieras bien irias?

K
ke xin_5338959
22/5/14 a las 9:55

Locales liberales
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