Hace unos años yo tenía 24 años aproximadamente, bastante mona, era una sábado por la noche y tenía fiesta en casa de unos amigos, me puse bastante guapa falda negra corta de tablones, blusa ajustada y unos zapatos monos. Mi perfume favorito con olor a dulce. Me dijiri a la casa de mi amigo y fui la primera en llegar, poco a poco la fiesta de fue llenando, me regalaron muchas bebidas, shots y cigarrillos. La estaba pasando bastante bien, cuando me entra un mensaje al celular, era Israel. Un tipo bastante mono que conocí en un evento por medio de una amiga. Ya teníamos algunas semanas mensajeando de cosas triviales. En su mensaje me platicaba que estaba en un concierto y si saliendo podía seguir la fiesta con nosotros. Le dije que sí. Deje el teléfono y seguí con mis otros amigos tomando y disfrutando, cuando menos pensé ya estaba bastante ebria un poco mareada y algo inquieta. Cuando veo entrar por la puerta a Israel, con su pantalón ajustado que se le ve bastante bien, me mira y se deja ir directo hacia mí, me abraza y me da un beso muy cerca de los labios, parecía que los dos estábamos algo calientes... Se acoplaron a la fiesta y bailamos, jugamos, y yo no deje pasar la oportunidad de aproximarme a el casa vez que podía, pasar muy cerca y rosarle mi pecho en su espalda, acariciarlo, tocarlo... Y lo más rico fueron las respuestas que el me daba, mientras jugábamos a las cartas con mi grupo de amigos, yo sentí su manita juguetona en mis piernas, unas manos grandes que prometían unas caricias buenas, cada vez me iba poniendo más cachonda... Me sentía mojadita con ganas de muchas cosas, terminamos pidiendo un servicio de taxi, donde nos iríamos el, yo y otros dos amigos... Íbamos en el haciendo trasero, subieron los dos amigos y luego él, vaya ya no había espacio para mí, hasta que vi su sonrisa coqueta, que me insinuaba que me sentará en sus piernas ¡Hmmmm! ¡Que rico se sintió! Con toda la intención me senté sobre su pene con un movimiento bastante fuerte, a lo que sólo escuché una respiración de exitación, se puso bastante caliente el asunto, su cuerpo tan pegadito a mí y las copas de más, no hicieron perder un poco la razón, nos empezamos a besar y a respirar rápidamente, sentí como su verga de ponia dura ¡Que grande era! Tenis unas ganas de meterla a mi boca y comérmela toda. Sentí como sus manos recorrían mi pierna y se mentían lento por abajo de falda, acariciaba tan rico. Sus dedos juguetones se metieron por mis braguitas haciendo movimientos circulares que me hicieron dar tremendo grito! Olvidamos donde estábamos, volteando a ver a los amigos y fingieron estar dormidos, mientras el chófer seguía su camino... Yo sé que de vez en cuando mirada el retrovisor y disfrutaba la función y la vista, ya que al estar yo de espalda, tenía una amplia vista a mi trasero a todo lo que estábamos haciendo... Poco nos importó quién estaba. Nos seguimos dando besos cachondos, Israel me besaba el cuello, el pecho, y me daba uno que otro mordisco, yo sentía su verga dura y jadeando... Mientras movíamos trasero sobre el, le gustaba bastante. Isra se portaba muy mal y yo también, me empezó a bajar la blusa lentamente hasta que uno de mis pechos quedó descubierto y se lo llevó a la boca de un solo mordisco, hambriento por comérselo, lo chupo, mordió mientras respiraba más rápido. Las ganas de follar duró, dejaron de ser ganas, se desabrochó el pantalón y saco su verga dura, me agarró fuerte sin dejarme hacer un movimiento y me quitó las bragas, y de repente ¡Volví a gritar de placer! Pero esta vez porque me metió bruscamente su grande verga ¡Ah qué rico es tenerla dentro! Sin pensarlo empecé a montarlo cada vez más rápido, de repente el auto se detuvo y nos quedamos inmóviles, nuestros amigos "despertaron" porqué ya habían llegado a su destino, yo aún montada con la verga adentro, dijimos adiós, mientras Isra me susurró al odio que en dos calles vivía su hermano, y podíamos seguirla ahí. Seguí montada sobre el moviéndome bien rico sobre su verga, volteé al retrovisor y vi la cara de caliente del chófer mirándo cómo montaba a ese hombre. Vaya, llegamos al destino, Israel bajo primero con la verga parada, abrió la casa, y por fin, un sillón solo para nosotros dos, se puso bastante rudo. Me arranco la blusa de un jalón, y me tumbo en el sillón, me chupo los senos, bajo por sñmi abdomen, me subió y la falda y ¡HMMM! Me metió la lengüita en mi concha, me puse a gemir como loca, venía tan mojada y caliente, que al solo sentir los movimientos de su lengua, sentí como me vine y me chorreó hasta las rodillas, vi los ojos de Isra estaba satisfecho de hacerme venir. Solo de ver sus mirada me ponía caliente otra vez, ahí en el piso me lancé sobre él, le saque la verga dura y me la metí a la boca. Estaba tan grande que me atragantaba, se la chupe, mientras el gritaba de placer, le chupe también los huevos, y seguí jugueteando con mi lengua, estábamos tan calientes que parecía irreal, se paró de golpe y me cargó mientras el seguís de pie, empezamos a coger bien duro, sentía su verga entrando rápidamente en mi, durita cómo me gusta, grite mucho mucho, mientras lo montaba, sentí como se le empezó a ir el aire hasta que pasó, sentí en chorro caliente corriendo por mi vagina, mientras dimos el grito final de placer, que nos hizo alucinar. Caímos cansados al piso. Después de tanto jugueteo y tremenda cogida que nos dimos. Se escuchó ruido en unos de los cuartos de la casa y vaya, olvide por completo que era casa del hermano. A Isra y a mi nos gustaba que la gente nos mirada y nos escuchará.
Tome mis cosas y vesti, cansada pero extaciada de tanto placer, pedí un taxi y el se despidió con un beso, mientras me agarraba el culo, me dijo al oído que cogía muy rico, le di un nuevo beso con lengüita y me fui.
Un noche que no olvidaremos.
